22 1/2

De mayo a julio con veintidós años y medio. Escribo esto después de cinco años.
A los diecisiete tenía una grabadora en mi cuarto y escuchaba música de viejitos. Llegaba de la prepa, intentaba tomar café (nunca he podido, me mareo). Trabajaba en el teatro. Escribía una historia por semana. Leía textos muy aburridos pero en el fondo me divertía. Tenía ya como unos dos o tres amores platónicos. Un actor, un fotógrafo y un museográfo. Todos como unos diez años mayores que yo.
Me fui a ciudad subterránea y ahí pasé los dieciocho, diecinueve, veinte, veintiuno y una muy pequeña parte de los veintidós. Comencé a creer que los árboles que van al camino de Valenciana sí tenían el tronco dorado. Siempre he disfrutado las curvas de las carreteras y los cerros. Y siempre he disfrutado que la gente lea cosas sin importancia.
En esos cinco años mi cara se fue alargando y las muelas del juicio fueron saliendo, menos mal que durante ese tiempo no sufrí ninguna fractura como de los cinco a los nueve años (Tres fracturas en ese lapso de tiempo).
Además de que me salieron las muelas y luego me las quitaron, probé cosas que antes no había probado que me llevaron al doctor (pero fue peor en la infancia cuando probé una hamburguesa de Burger King y terminé vomitando por horas y luego en el doctor).
Me subí a unos columpios, me trepé a un árbol, de esos que hay en la presa de la olla. Tomé muchas fotos con una cámara lomográfica. Intenté escribir más historias. Leí todo lo que me pidieron, escribí todo lo que me pidieron. Recibí un premio. A los diecisiete me enamoré, después entre todos esos cinco años me fui desenamorando. Me desenamoré. Siempre pero siempre he tenido amores platónicos, durante esos cinco años algunos ya no fueron tan platónicos. Viajé. Recordé y muchas veces me quedé sólo en los recuerdos (como ahora). Durante esos cinco años siempre estuve planeando a dónde sería el siguiente viaje. Todavía no sé a dónde ir.
A los 22 1/2 he descubierto muchas cosas:
1.- Me gusta la música tranquila, escuchar las guitarras. Pensé que nunca me gustaría la música sin voz.
2.- Descubrí que tengo un sistema nervioso muy débil, lo descubrí experimentando.
3.- A los 22 1/2 no he terminado mi tesis, estoy a punto de graduarme porque acabé todas la materias.
4.- A los 22 1/2 acepté por fin, lo que ya había pensado hace años: no creo en ninguna fuerza divina.
5.- 22 1/2 pensé en que nunca quiero tener hijos.
6.- 22 1/2 he visto muy malas películas últimamente.
7.- 22 1/2 Descubrí que me gusta la gente que habla extraño. Y si me gusta me voy.
8.- A los 22 1/2 me despedí de mi gran amor platónico.
9.- A los 22 1/2 cambié mi cama de lugar después de pasar el momento más duro de la desilusión de los 22.
10.- A los 22 1/2 estoy aquí tontamente desvelándome aunque en una horas tenga que ir a dar clase. Chicos, su maestra de 22 1/2 tiene veintidós años y medio tratando de comprender el mundo, no pregunten por qué tiene esas ojeras grandes. Piensen que se fue de fiesta.

1 comentario:

Anónimo dijo...

24 1/3