Foto: Jeff Wall
Quiero anunciarles que este es un virus y que no lo abran,
si lo hacen tendrán la boca marchita,
la saliva seca.
Es un virus, mejor aléjense y corran lejos porque puede
expandirse y llegar a su duro cráneo.
Quiero decirles a todos que ignoren el virus, que no lo abran,
que no le dejen entrar, porque si lo hacen, seguro se meterá
en su cama y les jalará las cobijas, desaparecerá poco a poco
sus encías, succionará sus mejillas.
Hago un aviso en nombre de la catástrofe.
Enunciamos nuestros virus,
queremos destruirnos,
no nos soportamos,
enviamos virus, anunciamos el peligro cuando ya es demasiado tarde.
Quiero avisarles que este es un virus y que no lo abran,
si lo hacen, la enajenación ocupará el trono del rey.
1 comentario:
Leónidas Lamborghini
Hablando solo.
Como el que va hablando
solo
por la calle
tratando de entenderse
la ciudad es su hospicio.
Como el que está
confesando
su angustia a otro
y ese otro
es él mismo
andando por la calle.
La ciudad es su hospicio.
Como el que sin saberlo
va caminando
entre la gente
y le hace extraños gestos
a ese otro
que es él mismo
la ciudad es su hospicio.
Como el que va de una esquina
a la otra
camina y habla solo
porque trata de entenderse
con ese otro
que es él mismo
como ése
como ése
la ciudad es su hospicio.
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