Apunte de un sueño y epígrafe sobre la rebelión

"El derecho de rebelión es sagrado porque su ejercicio es indispensable para romper los obstáculos que se oponen al derecho de vivir."
El derecho de rebelión
Ricardo Flores Magón



Recordé el día que desperté del sueño en el que era un Samurai. 

Conocía los tratados éticos y pensaba constantemente en la lealtad y en el honor, 
lo curioso era que fui un Samurai en los desiertos mexicanos, 
un Samurai mujer en México, en el desierto y luego en Guanajuato. 

Fui un Samurai que subía los callejones con su espada, 
cada escalón propiciaba un pensamiento de muerte y de lealtad y de honor.
En el sueño no sabía por qué era un Samurai flotante, de repente
sentí que mis pies no tocaban el piso y además sostenía una katana. 

Era una mujer samurai poderosa, conocedora de vastas y aniquiladoras artes marciales.
Subía hasta la cúspide del cerro, con mi cabello recogido y me preguntaba:

¿cuál era mi combate?

Mi cabello era una fuente de petróleo y me perseguía una horda de explosiones, 
mi sueño era una mezcla de todo y nada, de lecturas nocturnas, de geografía, 
de distancia y cercanía. 

Fui un samurai mujer flotante poderosa, mi cabello una mina de oro negro.
Fui una espía que tenía como misión conocer los secretos del mundo, saber los secretos de cada habitante del planeta, mi vida no me alcanzaría, pero por eso era un gato con siete vidas
y la oportunidad de tener siete suicidios, de perder mi honor y recuperarlo encajando un pedazo de metal filoso en mis entrañas. 

Siete veces, ser siete gatos samurais mujeres flotantes 
en el desierto, en los callejones de mi pueblo adoptivo. 

Onírico paisaje de lealtad, honor y siempre la muerte. 

No hay comentarios: