Put the pedal to the metal.







Buscaría algunos versos pero no quiero. A veces encontramos los mejores atardecres donde menos lo esperamos. No importa que bajo el sol haya algunos cadáveres de peces aún intentando nadar.

Tentáculos de hierro y humo.

No sé si tenga unas ojeras muy grandes por pasar tanto tiempo en la computadora. Los ojos se pueden llegar a cansar demasiado con la luz del monitor. No sé si sea por eso o porque ya diario tengo que despertar a las seis de la mañana. Me quejo demasiado a veces. Me gusta lo que hago ahora pero siento que algo falta. Me falta hacer lo que me gusta desde los 15 años. A los 16 años sentí una emoción grande cuando mi profesor Gil me dio una buena noticia acerca de mi escritura. Me tengo que poner a trabajar. Moverme de la ciudad. Aprovechar que nada me ata y que todo está bien. Llevo ya medio año cerrando un ciclo y parece que lo voy clausurando bien. Necesito más lecturas, curiosamente me gustan las lecturas deprimentes. Curiosamente influyen tanto en mi estado de ánimo. (Ahora sí, ya dejé de leer a Cioran). Leo el "Arranca-corazones" de Boris Vian y esa lectura me divierte. Leo los libros para principiantes. Leo "Mis días en Shanghai" de Aura Estrada.
Pierdo mucho el tiempo.
Me gustan las recomendaciones musicales de 7, las que pone Tun Naal, las de David, de Lalo. Si algo disfruto realmente es escuchar música, pensar en las letras, traducir. Pero a la vez tengo un conflicto, no me gusta ser una especie de "burgués wannabe", estoy consciente de que no lo soy porque lo que me falta es el capital pero el recién haberme graduado de Letras Hispánicas, el estudiar francés y el perder el tiempo tantas veces, me hace pensar en que necesito romperme más seguido las uñas, irme a la selva. Hacer un servicio a las comunidades, moverme, aprender, aprovechar toda esta energía que tengo. No quedarme sólo con las palabras y la escritura en los libros o detrás del monitor.

La única canción de Bowie que realmente me ha gustado.

Ive nothing much to offer
There's nothing much to take
Im an absolute beginner
And Im absolutely sane
As long as were together
The rest can go to hell
I absolutely love you
But were absolute beginners
With eyes completely open
But nervous all the same

If our love song
Could fly over mountains
Could laugh at the ocean/sail over heartaches second time
Just like the films
There's no reason
To feel all the hard times
To lay down the hard lines
Its absolutely true

Nothing much could happen
Nothing we can't shake
Oh were absolute beginners
With nothing much at stake
As long as you're still smiling
There's nothing more I need
I absolutely love you
But were absolute beginners
But if my love is your love
Were certain to succeed

If our love song

22 1/2

De mayo a julio con veintidós años y medio. Escribo esto después de cinco años.
A los diecisiete tenía una grabadora en mi cuarto y escuchaba música de viejitos. Llegaba de la prepa, intentaba tomar café (nunca he podido, me mareo). Trabajaba en el teatro. Escribía una historia por semana. Leía textos muy aburridos pero en el fondo me divertía. Tenía ya como unos dos o tres amores platónicos. Un actor, un fotógrafo y un museográfo. Todos como unos diez años mayores que yo.
Me fui a ciudad subterránea y ahí pasé los dieciocho, diecinueve, veinte, veintiuno y una muy pequeña parte de los veintidós. Comencé a creer que los árboles que van al camino de Valenciana sí tenían el tronco dorado. Siempre he disfrutado las curvas de las carreteras y los cerros. Y siempre he disfrutado que la gente lea cosas sin importancia.
En esos cinco años mi cara se fue alargando y las muelas del juicio fueron saliendo, menos mal que durante ese tiempo no sufrí ninguna fractura como de los cinco a los nueve años (Tres fracturas en ese lapso de tiempo).
Además de que me salieron las muelas y luego me las quitaron, probé cosas que antes no había probado que me llevaron al doctor (pero fue peor en la infancia cuando probé una hamburguesa de Burger King y terminé vomitando por horas y luego en el doctor).
Me subí a unos columpios, me trepé a un árbol, de esos que hay en la presa de la olla. Tomé muchas fotos con una cámara lomográfica. Intenté escribir más historias. Leí todo lo que me pidieron, escribí todo lo que me pidieron. Recibí un premio. A los diecisiete me enamoré, después entre todos esos cinco años me fui desenamorando. Me desenamoré. Siempre pero siempre he tenido amores platónicos, durante esos cinco años algunos ya no fueron tan platónicos. Viajé. Recordé y muchas veces me quedé sólo en los recuerdos (como ahora). Durante esos cinco años siempre estuve planeando a dónde sería el siguiente viaje. Todavía no sé a dónde ir.
A los 22 1/2 he descubierto muchas cosas:
1.- Me gusta la música tranquila, escuchar las guitarras. Pensé que nunca me gustaría la música sin voz.
2.- Descubrí que tengo un sistema nervioso muy débil, lo descubrí experimentando.
3.- A los 22 1/2 no he terminado mi tesis, estoy a punto de graduarme porque acabé todas la materias.
4.- A los 22 1/2 acepté por fin, lo que ya había pensado hace años: no creo en ninguna fuerza divina.
5.- 22 1/2 pensé en que nunca quiero tener hijos.
6.- 22 1/2 he visto muy malas películas últimamente.
7.- 22 1/2 Descubrí que me gusta la gente que habla extraño. Y si me gusta me voy.
8.- A los 22 1/2 me despedí de mi gran amor platónico.
9.- A los 22 1/2 cambié mi cama de lugar después de pasar el momento más duro de la desilusión de los 22.
10.- A los 22 1/2 estoy aquí tontamente desvelándome aunque en una horas tenga que ir a dar clase. Chicos, su maestra de 22 1/2 tiene veintidós años y medio tratando de comprender el mundo, no pregunten por qué tiene esas ojeras grandes. Piensen que se fue de fiesta.