Ella trepó el árbol de la fotografía hasta morder su propia ceja, otra vez.

Reclutamiento de neuronas. La canción lenta. La que escuchas de otro blog. De alguien que vive muy lejos y al otro lado del mundo.
¿qué hacemos cuando alguien canta y a la vez escribe? Y no escribe lo que canta y no piensa lo que escribe.
¿Qué pasa cuando descubrimos que la vida académica se escurre como el vómito de un recién nacido o de un ebrio al salir de El incendio? Tenemos que saltar un rato por ahí.
¿Qué sucede cuando en el paso 8, le dices al colombiano de la poesía que no entiendes por qué estas cosas se toman con seriedad?
Crisis postadolescente te dicen que es. El manifiesto surrealista dice que pierdes la imaginación después de los veinte años.
Luego, todo resulta absurdo. También resulta absurdo investigar qué entonces,parece o es importante.
Japones dímelo tú.

Porque esta canción me agrega a una depresión autoinducida para ganar dinero:

Un chimpancé junto al árbol y en la universidad.



Y este cuerpo se alimenta de nueces.
Ellas ven chimpancés en la tele y yo pongo tonterías aquí porque todos tenemos espacio en el mundo virtual, acá no hay sobrepoblación y podemos escupir lo que queramos aunque esté podrido. La sobrepoblación que nos está acabando.
Acabo de escuchar que un chimpancé es capaz de entender el lenguaje humano y hasta de ir a la universidad y obtener el título con mayor rapidez y eficacia que un ser humano promedio. Y eso no me sorprende, no me sorprende que un chimpancé tenga la capacidad de resolver un problema matemático a pesar de que tenga el cerebro del tamaño de una nuez.
Escucho su voz en una grabación y me desespero. Me desespero porque mi pensamiento invierte en cosas que le son ajenas y lejanas.
Y bueno yo apoyo en esto a Salvador Elizondo: "nada nos obliga a convertir nuestra vida interior en mala prosa". Lo apoyo pero lo ignoro. Me tatuaré toda la mala prosa que he leído en la espalda y con letras muy diminutas. Bueno, mejor no. Mejor no me tatuó nada y menos eso.
Y sigo pensando en la mala inversión de mi tiempo. Y sigo pensando que cuando me dan vacaciones me las tomo muy en serio.
Hoy me deprimí al ver clavadistas, lobos marinos y delfines en donde no deben de estar. Hoy me deprimí nomás de ver tanta gente.
Lo más viejo que tiene mi caja de recuerdos es una carta de 1999. Y escribo desde la casa de todos que no es tan fría como la casa de dos en los cerros y en los callejones. Pero bueno yo digo, que falta poco para regresar a la casa de dos en los cerros y en los callejones. De todos modos nunca falto a la casa de todos.
¿cuántas palabras se borrarán al día?
¿cuántas palabras se escribirán al día?
¿cuántas veces me he preguntado la función de la partícula "se" en español?
Ya no le hablaré más. Jamás recortaré hombres sin cabello de las revistas.
Siempre escucharé la misma canción los últimos dos días del mes.
Y luego leo unas palabras que me sacan tentáculos de la nariz:

Repetición gratuita.

Ocurre al revés:
la mesa triangular, desvencijada,
lejos de la sesión espiritista.

De cara a la pared.

Tú empiezas a resultar incómodo,
aburrido. No te subas en ella.

Te
caerías.
(Ángel Ortuño)

Cuidado hay una abeja en el piano que viene cayendo del quinto piso.

Me dije que ya no invertiría ni un peso en alcohol, ni siquiera en una cerveza. Mi cambio de los camiones o de cualquier cosa iría a parar directamente a mi cochinito, a mi alcancía de antaño.
El día de hoy no pude dejar de invertir en una cerveza para tomármela con mi amigo el chino (mejor conocido como Pablo). Amigo de la infancia, de la entrada a la pubertad, amigo de ahora.
Platicamos de nuestra vida en secundaria y de lo freakis que de repente podíamos llegar a ser. Tenemos muchos planes ahora, también de eso hablábamos.
Nos reímos mucho.
Como siempre el alcohol se me sube en cuestión de segundos y empiezo a hablar cada vez más fuerte. Dejo de tomar por una rato y vuelvo a ser la sobria de antes.
Los recuerdos son los recuerdos aunque sean de hace nueve años. Pero eso sí, la gente tiene una esencia peculiar que siempre se queda, todo es cuestión de empatías. Todos ellos, las personas de hace nueve años tienen algo de igual a lo que fueron en el pasado, muchas ya tienen grandes responsabilidades, otros piensan en casarse y yo me sorprendo porque siempre creo que faltan muchas cosas por hacer. Y pensamos en el proyecto de vida de cada uno de los que conocimos y de lo que los hace felices y cerramos la boca. Que cada quien siga lo que le hace ser feliz. A veces o casi siempre de eso se trata la vida. La "felicidad" como una meta, que de repente se vislumbra inalcanzable y hay ocasiones en la que la sientes muy cercana. Cuestión de suerte, de circunstancias y de empatías.
Antes de ir con el Chino, fui a la biblioteca y me encontré con unos versos agradables, versos de Pizarnik y de Mistral, versos que apenas empiezo a leer.
De repente nos llega el momento en que queremos leer poesía, pero nos aturdimos de ver tantos nombres que terminen con "o" en el índice de la antología. Nos aventuramos. No comprendemos. Escuchamos comentarios acerca de lo aburrido e incomprensible que resultan los versos. Pero me dejé llevar por las letras, las palabras de esas dos mujeres para después irme de prisa por un ron con mi amigo de antaño Pablo.
Y ahora escribo lo que puse en mi pequeña libreta de ideas, tomando este blog como un espacio virtual de una post-adolescente a la que sus viseras e intestinos le arañan la espalda cada que pueden, mis viseras dejan puestos estos poemas:

Revelaciones.
En la noche a tu lado
las palabras son claves, son llaves.
El deseo de morir es rey
Que tu cuerpo sea siempre
un amado espacio de revelaciones.


Dice que no sabe del miedo.
Dice que no sabe del miedo de la muerte del amor
dice que tiene miedo de la muerte del amor
dice que la muerte es miedo, es amor
dice que no sabe.


Explicar con palabras.

Explicar con palabras de este mundo
que partió de mí un barco llevándome.

Versos de Alejandra Pizarnik. En esta tarde con sol, con frío y con un piano que se cae del quinto piso.

Me encontré tirada.

Tirada en un barranco. No soy una tortuga de mar pero no estaría nada mal serlo.
No sé por qué se me acerca la poesía hispanoaméricana. No sé nada de ese tema. Me gusta Borges ¿eso vale?
Panplinas, la inutilidad me persigue, mi mente se refugia en lo inútil. Lo inútil es lo que más me atrae, me gusta. Dímelo a mí, estudiante de Letras Españolas. Fuck.
Me gusta ser inútil no frustrada y no ser como los antropólogos, los economistas y los estudiantes de derecho.
Es más no dudaría nada en ser miembro de un grupo de Patafísicos, si son millonarios mejor. Necesito dinero para viajar. Siempre he querido ir a Perú, India, Cuba, Australia. Seré una viejecilla que recordará los viajes y si no lo hace imaginará los recuerdos de sus viajes. Haga lo que haga y si las cosas no le salieron como ella quería cuando tenía 21 años, siempre tendrá la imaginación parecida a una válvula de escape o a una olla expres. Siempre tendrá la imaginación envuelta como un tamal oaxaqueño a punto de ser devorado. No importa si termina tratando de comprender los versos que un extraño escribió hace algunos años.

El mar es el mar, una tortuga también es el mar.


Cómo sostener esferas en las escaleras académicas.



No encuentro algo bueno en la estación de radio.
Tengo de nuevo unos walkman, les pongo pilas y escucho la estación de radio como hace diez años.
Pienso en que no me atraen tanto las cosas de medio siglo, los walkman no son de medio siglo.
Me gustaría instalarme una estación de radio en mis orejas.
Escucho las risas de muchos.
Quiero ruido de armónica. Quiero un teletransportador.
Que alguien invente un paracaídas con música integrada al jalar el cordón.
Las personas con lentes me dan desconfianza. De un momento a otro su nariz caerá.
Quiero de vuelta al personaje principal de la novela que leí en verano.
Mataré en mis sueños al personaje principal de la novela que leí en verano.
Quiero guitarras, ruidos de garage.
Se me acaba la semana cuando empieza. Me asusta el mundo, prefiero el vino espumoso.
Se me caen los dientes con el sonido del otoño.
En una fotografía del pasado salgo comiéndome la cabeza de David Bowie.
No volveré a ir a Los Alpes. Podemos ser héroes. No quiero ser una experta lectora de Julio Cortázar. No quiero analizar discursos ni trabajar arduamente con la gramática. No quiero teorizar acerca del cuerpo en el cine y en la literatura. No quiero filosofar con el lenguaje. No quiero involucrarme en ningún estudio generativista. No quiero que me hablen de metaficción. No quiero tratar de hablar de metaficción.
Lo único que necesito es que alguien me enseñe a usar correctamente, adecuadamente y perfectamente las preposiciones al escribir, al hablar y también al tartamudear.

El hipodromo.

Ahora entinedo y lo comprendo tarde.
Ahora sé por qué tantos escritores, tantos individuos (en general) quieren parecerse a Bukowsky.
Los escritores no buscan su talento ni mucho menos su genuina "dedicación" para escibir. Los individuos en general tal vez sí busquen su talento pero no la "dedicación".
Todos buscan su estilo para conquistar mujeres, su estilo para llevarlas a la cama.
Y no los culpo, si yo fuera hombre no diría que estuviera mal parecerme a él.

Bukowsky, un hombre nada privilegiado fisicamente hablando, con las arrugas menos atractivas (nada que ver con Beckett) y con el entrecejo lleno de polvo. Borracho.
Sin embargo, ahora comprendo a las mujeres que babeaban por él, su sensibilidad era única y rebasaba a su sucio cuero cabelludo.
La sensibilidad es algo que escasea, no es algo común. No es algo que se encuentra tan rápido y fácil como una coca-cola. Ahora los comprendo y las comprendo porque mi mente anda muy ociosa. Me canso de no tener respuesta, de no saber dónde está el Chapo Guzmán y lo que hay por Haití (y luego pienso que lo mismo puede ocurrir con Cuba).
Por eso, mejor pienso en el poeta del Pájaro azul y en su vieja máquina de escribir, por eso se me viene a la mente la lectura y la escritura como escape de la realidad. Yo no compraría un rifle para matar un venado.
Yo no reproduciría imágenes a gran velocidad.
No creo que Bukowsky me vaya a besar algún día (y no sólo porque esté muerto).
Y a veces tampoco creo en la ley de la gravedad (ni cuando me la paso arrojando manzanas).

Imagina si esto se acabara.



Beckett, hubo un día en el que dije que me gustaban tus arrugas.
El día en que lo dije me salió otra arruga en la frente, cerca de una cicatriz de la infancia.
Me gustan más tus obras de teatro, pero me gustan más tus poemas que tu narrativa.
Aunque te digo que mi cuento favorito (tuyo) es el de Primer amor. La traducción en español de España de Primer amor.
Me gusta ese relato porque (a pesar de que tengo un problema con todas y cada una de las despedidas) el abandono final, la última despedida del texto en el que él se va, es una de mis despedidas-abandonos favoritos.
Encuentro poemas tuyos en la red y un dibujo en el blog viejo de D.(http://avibujos.blogspot.com/). No tengo recortes de tus arrugas.
No me gusta sobrepensar pero cuando hace frío y me da sed me gusta leer cosas como esto en la red:

Sábado, un respiro
no reír más
desde la media noche
hasta la media noche
no llorar
(Samuel Beckett)

El esmalte de uñas se quita con acetona.



Este collage viene de Garbonzia que colabora en Gallina Volteada IV.
Chequen esto: www.acetona-acetona.blogspot.com

Peach + Guanajuato = Guanapeach



Saber bromear en el momento indicado, eso es difícil. Bromea a cada rato de todos modos no todos tenemos tiempo para poner atención.
Es una canción de mi disco de los trabajos del final. Esta canción definitivamente es de Guanapeach.
¿Dónde viven los cabellos parlentes?
¿Dónde viven las arpas?
¿Dónde viven las tazas del café que nunca tomo?
¿Dónde vive La llorona?
¿Cómo explico a Jaks que los pantalones entubados aprietan los tobillos?

Secundaria.



De repente yo sólo escucho el gobierno, el gobierno, el gobierno y el gobierno. La muertes, las costumbres en el Itsmo de Tehuantepec. Las muertes de nuevo y lo que cuesta (no sólo hablo de dienro) consumir un gramo de cocaína. Escucho los recuerdos y que los mundos se numeran.
De repente escucho los parpadeos de la gente que no le gusta hablar. La señora que se sienta en el tronco del árbol en medio de la carretera. Escucho la madrugada y los dientes morder.
De repente yo no escucho.
Y sigue el derecho a la educación.

A veces, pero sólo a veces pienso que quiero una larga vida.














Mis 2010 dos años antes del 2012.

Es tu actitud bananera la que me hace actuar como un simio.



Siete dice, a ver quién es más agresivo y saca esto:

Yo me arranqué un brazo porque me dolía, luego, con mi nariz, lo soplé al sol, donde un sapo mágico-misterioso lo lamió y se volvió loco causando el final de todos los mocos que tengo en la nariz, los cuales formaron otro brazo con el cual he matado 5 vacas y 3 gorilas, pise una flor y mallugué una pared, ¿cómo la ves?

También saca su rola del año y ahora yo la tengo y la subo arriba de esto.

Tom Waits mon amour.

Playas oaxaqueñas.
Crocota me prestará una cámara vieja.
Sobreviviré a las mordeduras de mariscos.

Y escribo acá hasta nuevo aviso.

The plastics revolution.



Botellas de plástico en mis rodillas.
Plástico en mis sueños.
De plástico 1976.
Botellas de plástico en mi cerebro.
Botellas de plástico en mi canción favorita.
En el lugar equivocado a la hora y el día equivocados.

Ey camarero, hay botellas de plástico en mi sopa.