Hoy hace frío en la ciudad.

Si existe la concentración, nunca ha estado en mí. Mi mente: un incendio que dura más de mil años, uno que no sólo el agua pone fin. Es como una habitación desordenada en donde se pierden los calcetines. En ese mismo desorden pienso en el desayuno, en la música, en la escritura, en mi vestimenta, en las computadoras, en los chocolates, en los libros de ilustraciones, en mi cámara de fotos... Cada persona tiene su propia estrategia, su propia manera de pensar, yo por ejemplo, me he detenido a pensar en que todos alguna vez hemos puesto una especial atención a nuestros sueños. Yo estoy en esa etapa. No sé nada científico acerca de los sueños, más que son un reflejo del subconsciente.
En la preparatoria llevaba clases de Psicología clínica en donde nos explicaron que el subconsciente está por debajo de la conciencia y que después se suprimió ese término y ahora es el equivalente al inconsciente... algo así, no me acuerdo mucho y no soy muy fan de Freud. El asunto es que los sueños son parte de la vida y de la realidad a fin de cuentas, en ellos puedes encontrar personas que conoces, gente que nunca has visto y puedes hacer lo que haces siempre o simplemente hacer lo que no harás nunca: Como viajar en el avión privado de Woody Allen comiendo una sopa de fideos rumbo a Cuba, o saltar por los techos,o estar en un teatro lleno a punto de tocar una flauta transversal que de pronto se convierte en una flauta de madera del mercado y luego en una pluma.
Sueños peculiarmente raros he tenido los últimos días. Gente que hace mucho que no veo se aparece. La gente cambia sus rostros, de estar viejos pasan a ser jóvenes, de ser alguien pasan a ser otros.
Hace unas semanas tuve un sueño en el que caminaba por la calle que acostumbro a transitar diariamente, iba caminando con dos buenas amigas, conversábamos y de repente se aparece una persona a la cual veo y sólo digo adiós y aún siendo eso un sueño tuve la sensación de regresarme y hablar con esa persona, pero algo me detuvo y seguí caminando, dentro de mi sueño comprendí que existen momentos que ya no podemos traer de vuelta. La vida, una constante renovación. La vida es un parpadeo y ahí están los sueños siempre.
Hace unos días soñé que estaba a la orilla del mar,descalza y dando vueltas, mi mamá estaba conmigo y ella buscaba conchitas. Un paisaje bastante hermoso, justo cuando estaba a punto de meterme al mar, desperté. Así son los sueños terminan en el momento cúspide todos por igual desde las pesadillas hasta los sueños más maravillosos. La vida tiene la ventaja de que las cosas buenas continúen, que lo que nos gusta, las acciones, los momentos, la música y todo lo que nos pone contentos continúe. Aunque en la vida al igual que en los sueños existen los finales. Y de los finales debemos aprender, aprender cosas o más bien los finales nos enseñan a despedirnos, puede ser.
Los finales llevan consigo siempre un comienzo. He tenido un sueño recurrente en el que voy en un automóvil de copiloto y cuando damos vuelta nos metenemos a un callejón lleno de escaleras, sin embargo, el automóvil puede pasar por ese camino lleno de obstáculos y pienso que esto lo sueño porque me pongo algo nerviosa en los autos y porque viví en varios callejones de Gto. Los sueños y la vida y la vida y los sueños y las canciones que hablan de los sueños y las películas que tratan sobre los sueños y las personas que te cuentan un sueño.
Faltan 3 días para que cumpla 23 años, esto lo escribo aún de 22 y si me pusiera a pensar los sueños que tuve el año pasado y los comparo con este, sería una genio de la memoria pero como no lo soy, en vez de sueños comparto recuerdos. Tengo un acetato de Daniel Johnston que un amigo (que fue especial en mi vida) me regaló en mi pasado cumpleaños. Aún no lo he escuchado porque no he enontrado un reproductor de acetatos en donde hacerlo y ya pasó un año. Los días que se escurren como agua. El tiempo y la música y los recuerdos y los sueños que sólo durán unos minutos antes de despetar y que parece que son más largos.
Aquí seguimos con cólicos terribles y esto que le llaman vida.

Porque el mundo es el mundo y no escribe historias que terminen en amor.

Me pregunto cúando llegará el día en el que escriba algo verdaderamente interesante. Quizá nunca, quizá mañana.

Soñé una vez más
un hombre acompañándome
a buscar mi bicicleta
que tenía una llanta sin aire
hablaba y sonreía mucho
sonreíamos mucho

Luego yo en una escuela
compañeros que no nos hablamos
todo es un lío
los sueños y las aves muertas
que veo muchas veces en las calles.

Lo de la bicicleta es un sueño y lo de las aves es real.