Heridas






Los edificios y la memoria,
las calles y la historia, 
el olvido y la furia.
Del pasado hemos aprendido poco:
seguimos dibujando huellas de fuego negro.

Estar solo como un niño



Este día no he podido ir al cementerio a ver a las flores y las calaveras, pero me encontré con los pensamientos y reflexiones de personas muertas, un profesor nos pasó un pdf con "Cartas a un joven poeta" que Rainer Maria Rilke escribió al escritor Franz Xaver Kappus.

En esas cartas el escritor mayor le dice al joven que la necesidad de escribir se encuentra en el deseo, el verdadero deseo de querer hacerlo. Se encuentra en una reflexión interior y en la cotidianidad de cada uno, aunque ésta en muchos casos no parezca interesante. Los textos sobre los grandes temas ya están hechos, hay que mirar a nuestro alrededor y saber que aunque no quedan cosas por decir, hay que decirlas.

En la carta número VI escribe lo siguiente:

"Lo que se necesita, sin embargo, es sólo esto: soledad, gran soledad interior. Entrar en sí y no encontrarse con nadie durante horas y horas, eso es lo que se debe poder alcanzar. Estar solo, como se estaba solo de niño, cuando los mayores andaban por ahí, enredados con cosas que parecían importantes y grandes, porque los mayores parecían tan ocupados y porque no se entendía nada de lo que hacían".

Estando lejos se vive otra infancia, ves a la gente ocupada, cansada, quizá estresada... consumidos precisamente por la cotidianidad, por la monotonía de los días, pero como tú no entras en ese juego, vuelves a la infancia donde hay muchas cosas que te sorprenden, desde la forma de un edificio hasta el cambio de color de las hojas en los árboles, los nuevos sabores, colores, las nuevas formas de mirar. Una infancia solitaria.

Y entre todo eso, hay que dominar a la soledad, a la verdadera. Decir no a la soledad moderna que tanto nos cuesta dejar. Son las recomendaciones que Rilke hizo años atrás, tampoco hay que hacerles caso. Tampoco hay que escribir si no se quiere. Tampoco hay que levantar la mirada si quieres caminar con los ojos cerrados. La inspiración no existe.