Una lengua lejana

Así pasamos las tardes, todos sentados frente a la computadora. Lo último que leí fue una antología de poemas de Efraín Huerta, me la regalaron. Me la regaló el gobierno del estado por trabajar en un periódico, qué ironías. Me gustaron bastante sus poemas, sus analogías y figuras, su fuerza para pensar y escribir. Aún no termino Los detectives salvajes, me he tardado en leer esa novela. Ayer antes de dormir leí un libro hecho de varias ideas, un cadáver exquisito llamado Taller de mecanografía, realizado por cuatro escritoras, una ya murió, murió joven y era de León, pero no murió en esa ciudad sino en Oaxaca, en el mar, en la playa. Hoy he leído la columna de Fadanelli que habla sobre la riqueza y la ambición, también sobre la resignación y tristeza y sobre la desigualdad, todo dicho de forma indirecta. Hace varios meses vi la película de Her, me gustó tanto su soundtrack que lo escucho casi cada noche.La melodía que más me gusta es la de Loneliness #3 por su evidente tono nostálgico. Leí un par de entrevistas a escritores y leí también textos que hablan sobre la situación del arte contemporáneo en México y me di cuenta de que hay mucha vanidad en la gente, mucha vanidad en los humanos pues todos queremos demostrar que sabemos más que otros y que nuestra opinión realmente importa. Por eso, cada uno de nosotros tenemos nuestra columna de opinión en la red. Estoy a punto de dormir, a punto de quitarme el rimel de las pestañas y lavar mis dientes. Hay días en el presente que te trasladan al pasado y otros más que intentan llevarte al futuro, sin embargo, aquí estoy oyendo de fondo una lengua lejana, un tono que ahora me es familar. Buenas noches.

Lleno de todo

Recuerdo que a los 17 años, estaba escribiendo en este blog que no podía dormir porque me quitarían una muela, ya no la tengo, han pasado los años. Quiero escribir mucho, pues ha pasado tanto, en este presente lleno de novedades, de descubrimientos, lleno de cambios y recuerdos. Lleno de vida en el pasado y el presente, lleno de todo. Quiero escribir sobre lo que he visto, lo que he soñado e imaginado. Quiero escribir todo lo que mis ojos me muestran en estos días. Quiero cantarle una canción al oído antes de dormir, tomar su mano y viajar juntos, como lo hacemos despiertos y como lo hacemos dormidos. Han pasado 7 años, 25 son el presente, en los que puedo cerrar los ojos y recordar todos mis anhelos, todas mis canciones favoritas, todos mis gustos disparejos. Apuntar todo en un cuaderno, recordar nuestros ojos mirando el mar, la noche que caminamos demasiado, anotar nuestros recorridos por otro país, sintiendo el calor y la alegría a cada paso. Los espejos, objetos en los que nos reflejamos día a día, que nos dicen del presente pero ignoran lo que pasará, representaciones llenas de misterio tienen nuestros ojos. Aunque a veces mi cabeza giré para ver lo que hay detrás, quiero que esto permanezca, esta vez, quiero viajar acompañada.