¿Qué haces en esta ciudad donde eres pobre y desconocido?

Ha llegado el tiempo en el que se me dificulta decir todo, cada palabra tiene que estar bien pensada, ya no tengo ninguna justificación para decir un derroche de tonterías y armar varios soliloquios insoportables.

No tengo la justificación para decirlos pero sí para escribirlos, desde el 2007 los escribo aquí, no hay otro lugar.

Son tiempos muy locos, raros, nostálgicos, inesperados, sorprendentes y hermosos los que veo aquí, aunque siga como hace cinco años sin saber exactamente cuáles son mis deseos, si de verdad me interesa el periodismo, la fotografía, la poesía, los cuentos...

Encontré unos textos que escribí cuando tenía 10 años, estaban hechos con lápiz pero aún son legibles, me pareció muy cómico que las hojas fueran rosas y en forma de corazón, me acuerdo que ese cuaderno lo compré junto con mis hermanas, cuando estaba de moda escribir diarios. Y así todas contábamos lo que nos pasaba en las hojas de papel y luego escondíamos el cuaderno para que nadie se enterara de nada, porque los diarios son un secreto o bueno, antes eran un secreto. Ahora todos podemos escribir nuestros secretos más profundos para que sean leídos.

En el diario de infancia escribía cosas que en ese momento significaban algo para mí, en esas hojas que encontré escribí sobre unos cuestionarios que nos hacían aprender en la escuela, cincuenta preguntas con sus respuestas que tenía que memorizar para un examen. No sé por qué pero me encantaba hacer eso, memorizar las preguntas y luego hacer que uno de mis hermanos o papás o quien estuviera cerca me las preguntara para yo contestarlas todas. Creo que me gustaba memorizar sin pensar. Me acuerdo de una pregunta: ¿Qué es un archipiélago? es un conjunto de islas rodeado de agua.

Cuando contestaba eso me imaginaba un paraíso tropical, también imaginaba muchos barcos alrededor de las islas. Ahora sigo pensando en un paraíso tropical y seguro que en un momento de mi vida me mudaré a una isla.

Estoy en momento en el que tomo unas decisiones tan fácil y tan segura, sin nada de complicaciones y otras que pienso repetidas veces y que regreso a la adolescencia con crisis existenciales pronunciadas. También estoy en un momento en el que puedo reír fácilmente de todo, lo bueno y lo malo.

No es que no lea otra cosa más que a Roberto Bolaño últimamente (me la tengo que pasar leyendo libros de foto pero cuando intento tomar una foto parece que se borra de mi cabeza y de mis ojos todo lo que he leído),  me encontré un libro de sus poemas hace unas semanas en una biblioteca de Barcelona (amo las bibliotecas de Barcelona), el libro se llama "La Universidad desconocida", me senté y lo leí en dos visitas, en muchos de sus poemas precisamente habla de su estancia en Barcelona, de su soledad, de la falta de plata, de su tiempo para escribir, de la ciudad y fue una casualidad muy buena haber encontrado ese libro, del cual saqué unos fragmentos que me gustaron:

"Tal vez esta es la única forma de no tener miedo/instalarse en el miedo/como quien vive dentro de la lentitud"

"Aquel chileno prodigioso que tantas veces habló donde no debía, babeando su desesperada ignorancia del amor"

"¿Qué haces en esta ciudad donde eres pobre y desconocido?"

"De sillas, de atardeceres extra/ de pistolas que acarician nuestros mejores amigos/ está hecha la muerte"

Y después copié un poema completo en mi cuaderno y por si mi cuaderno se pierde lo escribo aquí:

"Suerte para quienes recibieron dones oscuros
y no fortuna                  los he visto despertarse
a las orillas del mar y encender un cigarrillo
como sólo pueden hacerlo quienes esperan
bromas y pequeñas caricias           Suerte
para estos proletarios nómadas
que lo dan todo con amor"

Este poema está en la página 109 del libro, quizá quiere decir que en 109 segundos, horas, meses, años seré una proletaria nómada o eso soy, me gusta ser una proletaria nómada que con el paso del tiempo le da más importancia a dar todo con amor, entendida esta frase más allá de la cursilería.

Escribo esto una mañana muy nublada en Barcelona en la que vine a la misma biblioteca en la que encontré el libro, pensando en sentarme a seguir escribiendo la tesis, pero mejor abrí esto, mi diario virtual desde hace años y me preparé a hacer un derroche de pensamientos inconexos. Qué importa, ya con la presión encima no hay escapatoria.

Todos lo hemos pensado algunas veces ¿no?, ese pensamiento de que nuestra vida se puede acabar en cualquier instante, pero bueno, no tenemos tampoco mucho tiempo para instalarnos en eso porque tenemos que trabajar, tenemos que sobrevivir todos los días, tenemos que superar el tedio de los días cotidianos, la oscuridad de los días tristes y la felicidad de los días luminosos. Tenemos tanto por hacer.

Al lado de mí, hay una chica que está estudiando sobre las partes del corazón, lo sé porque he visto un dibujo en el que ella va marcando nombres y un libro de anatomía que no deja de mirar, pero también no deja de estornudar, lo que me está costando mi ultraconcentración para escribir todo esto, no solo por el ruido de cada estornudo sino por el miedo del contagio pero como dijo Bolaño hay que instalarse en el miedo para superarlo (risas).  La gente estudia cosas importantes, la anatomía, la historia del corazón humano, en un futuro quizá esa chica que ahora estudia a pesar de un resfriado mortal, pueda salvar la vida de miles de personas. Yo puedo salvar la vida de la gente con autoreflexiones desquiciadas, bueno, yo no puedo salvar a nadie.

Aquí se escucha mucho la palabra "crisis" en México no se escucha tanto como se ve, aquí se escuchan muchas palabras pero que tienen diferente significado... se escucha mucho la palabra "euros", se escucha mucho la palabra "joder".

Yo me defino como una proletaria nómada que se instala en el miedo, babeando en mi desesperada ignorancia en una ciudad en la que vamos todos tratando de encontrar cada uno nuestro don más oscuro.








Décimas de una principiante II

Con el pie forzado "Enter lo oscuro, en la nada"

En el país de la muerte
y los desaparecidos 
tenemos que estar unidos, 
que nuestra mente esté fuerte 
y que nos siga la suerte. 

Somos crítica estancada 
e institucionalizada, 
pongámosles muchas rosas 
a los huesos de las fosas, 
entre lo oscuro, en la nada.