Ardillas en los árboles, había muchas.
Me perdí de la noche de baile infame.
La construcción de las oraciones simples, ya no las recuerdo.
Las complejas de repente, pero sólo de repente me hacen temblar.
Las noches son claras aquí.
Los chicos no lloran.
Tendré éxito componiendo canciones en inglés.
Comencé el año con una pequeña libreta de taquigrafía, la pluma con la que escribía tonterías era azul.
Leí lo que escribí en esa libreta a mitad de año y me asusté, casi todo lo que quería se cumplió bueno, lo que no implicaba dinero, se hizo realidad. Lo que queremos, lo que deseamos no siempre es lo ideal cuando se cumple, las cosas que escribimos en una pequeña libreta de taquigrafía no son para que se cumplan.
Después dejé de escribir en esa libreta pero tomé otra, una Scribe de las viejitas de formato italiano que compré a tres pesos en Monterrey.
Compré como tres libretas iguales y en las tres comencé a anotar lo que se me ocurria. Libreta de ideas,casi todas mis ideas ya las había tenido alguien más, menos la de las esculturas con movimiento por medio de hormigas y la idea de reconstruir un esqueleto de lagartija, creo que tampoco la de inventar un conversador automático en los cafés ni la de inventar a alguien que se ría cada que le preguntes la hora.
En esa libreta de ideas terminé escribiendo proyectos académicos, muchas cosas sobre Mallarmé. Luego, supe que mi vida se iba haciendo aburrida. Todo cabía en un cuadrado. Incluso mis muelas cabían en un cuadrado.
Mi libreta de taquigrafía, ¿era de la suerte?, ¿estaba embrujada?. La dejé en Guanajuato de todas formas y no la verá hasta dentro de un mes.
¿Pienso volver a escribir en ella? sí, como lo hice el año pasado.
Escribiré que iré a Cuba, que seguiré otro semestre con el taller de literatura (que a veces es de todo menos de literatura) en la prepa nocturna. Ésa sí que fue una buena experincia del año. He aprendido mucho de los chicos que han asistido al taller. Algunos hasta se hicieron mis cuates. Y de algunos que ya se fueron sigo leyendo sus textos en blogs y me gusta que sigan haciendo lo que les late.
También escribiré que a mitad de año me mudo de casa, de ciudad, de cabello.
Escribiré que empezaré una tesis, tal vez ahí escribiré de qué, porque no tengo idea.
Escribiré que se acerca algo bueno, que no se me caerán los dientes y que aprenderé a nadar. Veré casi todas las películas de Woody Allen sin importar que sea una obsesión. Me haré panderista y afinaré mi garganta. En fin, muchos planes. Todo puede pasar.
Tal vez hasta aprenda aikido y sea hábil fisicamente para derribar a alguien en menos de cinco segundos.
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