Mi barrio en las estaciones del año.

Por la ventana se ven las construcciones chuecas, los colores dispersos, el puño de árboles.
El callejón está escondido porque no tiene buen aspecto.
Aquí lo que me gusta es el color ladrillo y mi caminar diario.
Aquí lo que me gusta son los techos abollados y los tendederos unisex.
Es adoptado. El que se mete con mi barrio me cae mal.
Parece que se aproximan los últimos tiempos del lugar.
Los túneles se están cayendo y resbalan gotas de sudor.
El sudor de las personas que gozan dormir sobre los túneles para ver el techo del mundo en la azotea del mundo.
Parece que están lejanos los últimos tiempos del lugar.
Lo que lo hace imperecedero es la música que se escucha cuando subes las escaleras de la ciudad a media tarde.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que pues?
Vas a lo de Conefi?