Siempre hay una bonita imagen para decorar estas palabras dispersas.


Existen momentos en los que las palabras se ocultan en los pensamientos. A veces imagino que dentro de mi frente tengo una caja, en esa caja guardo papelitos, experiencias una en una. Hago una analogía con la realidad pues tengo una cajita llena de recuerdos. ¿Para qué sirven? Para tener un respaldo, el pasado está pero aquí, ahora, pasan otras cosas.
Me sorprendo. La vida me da lecciones, a veces aprendo, a veces no quiero aprender.
Las palabras que se quedan en el pensamiento.
Hay unas que corren más rápido que otras y me sigo sorprendiendo de todo y quizá en mi cabeza pase la idea de que esto de vivir es un peligro.
Es un peligro, es emocionante, no encuentro un buen adjetivo en estos momentos.
Somos eso, un cúmulo de sensaciones. De formas, de tactos.
Somos eso, un montón de piedras que arrojamos a destiempo al mar.
Somos eso, el color del mar, más cerca o más lejos de la inmensidad.
Somos problemas y soluciones y estamos tan llenos de ridiculeces. Aquí estamos todos juntos tan separados que quizá nuestros pensamientos se van conectando mientras se desconectan otros.
Somos gritos, muchos gritos.
Fuerza, más que árboles plastificados.
Una pregunta para Paulina, ¿recuerdas aquel día que dijiste que lo que más te molestaba era lo inesperado?
Una pregunta que te lleva al pasado, al día en que te hiciste esa confesión.
Lo inesperado, la incertidumbre estará por siempre cubriendo nuestros rostros porque yo contaré una historia y tú contarás otra.
Yo hablaré de mis percepciones y tú de las tuyas a pesar de que nuestra vista se dirija a un mismo espacio.
¿De qué trata todo esto?
Somos miedo, somos incertidumbre, somos viento en la cara, somos frío y calor, somos un globo, somos voces, somos acordes, somos caras, somos un cúmulo de sensaciones. Un conjunto de cosas sin orden.
Experiencias y la palabra.
Ahí está todo junto.
En esta noche somos gargantas y canciones, somos un ritmo, conjuntamos nuestras sensaciones.
Aquí estamos para caminar y observar todo lo que topamos en ese camino en el que andamos.
Me gustaba tanto jugar al "sube y baja", ahora entiendo por qué, porque ese juego es una síntesis filosófica de todo esto que está pasando.
Con las vísceras, con la frente, con los dientes, con todos los gestos que tengo para expresarme.
Con todos esos pensamientos que aún no existen para mí pero sé que estarán.
Pensamiento+incertidumbre=nosotros estamos aquí.

1 comentario:

Anónimo dijo...

"Pensar es algo casi increíblemente despilfarrador. Es un conspicuo consumo de la peor especie." G. Steiner