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Estoy leyendo La gramática del tiempo de Leonardo da Jandra, su forma de escribir me ha gustado bastante sobre todo porque repasa teoría filosófica que tengo muy olvidada, más bien nunca aprendida. Leo sobre el dinamismo y  el estancamiento de la sociedad. Leo sobre la muerte y el tiempo. Las ganas de matar de un huatulqueño y la pérdida de lo "sagrado" que nos llevará a la decadencia, según el autor. La civilización  es representada como el estado de derecho mientras la barbarie es el estado natural.
Me imagino viviendo en la costa oaxaqueña, pero la imagino solitaria y ruidosa. El mar que hace música y no ruido o quizá hace ruido y no música, algo que llega a mis oídos, tenga los ojos abiertos o los tenga cerrados.
Lo que me gusta de la imaginación es que en un cambiar de pensamiento la segunda opción derriba a la primera y así podemos ir derribando nuestras primeras ideas y sosteniendo las últimas. Pensar en el presente, en el adverbio "ya" que indica tiempo inmediato. No voltear hacia atrás pero tampoco ver hacia adelante. Estar flotando en una piedra gigante que se encuentra justo en medio del mar, con nuestras plantas de los pies bien anclados y la mirada en un punto fijo y cercano. Tambaleando de vez en cuando pues no todo se trata de mantener el equilibrio. Se vale saltar e incluso también es permitido clavarse en el agua hasta la profundidad. 

Aquí unas citas del libro:

"Privado de su ritualidad (pasado) y de su libertad (futuro) el nativo hace del consumo (presente) la medida de su felicidad: consumo, luego soy; y cuanto más consumo, más soy".

"Siendo la felicidad masiva todavía inconcebible, la única opción es la utopía grupal o de pareja. Lo demás es profanación civilizadora, tecnocracia, inmoralidad, poder".

"La mentalidad utópica debe ser en consecuencia, anticonsumista y metódica, ritual y ajena al poder, apasionada por la naturaleza y consciente de sus límites".

"Hoy se sabe que la duda es infinita, y que ser escéptico es la forma menos comprometedora de enfrentar la estupidez masiva".

"El hombre en cuanto a ser físico, es gobernado como los otros cuerpos por leyes invariables. En cuanto ser inteligente viola incesantemente las leyes que Dios ha establecido, y cambia las que él mismo ha forjado".

Todos son enunciados que me he topado en La gramática del tiempo, el que más me gusta es el tercero, el que habla acerca de la utopía, porque es lo que hago diariamente: utopizar (si es que eso es una actividad). Quizá mi utopía aún  no está consciente de sus límites pero pienso de forma "utópica" en que algún día lo estará.
La utopía como una foto aérea que se le toma al campo o a una ciudad, podemos ver todas las vértices, todos los caminos posibles mientras escuchamos la voz de algún individuo que dice: "porque el mundo y es el mundo y no escribe historias que terminen en..." y permanecemos atentos mientras nos rascamos la cabeza.

En fin, seguiré leyendo y espero como sugieren las palabras en la contraportada del texto, realizar mi utopía costeña de (re)leer este libro de Da Jandra frente al mar.
No estoy escribiendo una reseña del libro, ni una recomendación, son ideas sueltas a la gramática del tiempo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Veo varios problemas, con la redacción y con las ideas, aunque si es literatura (sea lo que sea ésta) quizás el problema de la redacción pueda sortearse sin problema.

Anónimo dijo...

"Tu vida, mi vida, su vida, obra de la barbarie".