De Julio a Agosto.

Frecuentemente leo la columna que Fadanelli publica cada lunes en El universal, lo leo porque en la mayoría de los casos me gusta lo que dice y me gusta lo que cita. No siempre lo hago  los lunes, por ejemplo hoy miércoles leí la de esta semana que trata sobre un tema común en esta temporada: las olimpiadas.
A mí también me dan igual esos juegos pero no niego que me puedo entretener viendo algunas competencias por televisión. Pero bueno, a lo que iba es que hace rato leí su columna y me gustó esto que dice:
"Yo definiría el amor como la capacidad de hacer el ridículo ante un ser inventado por nuestra imaginación, de modo que este ser inventado suspire y se conmueva hasta el grado de entregarse a los brazos del ser ridículo que es todo enamorado. Pasar del poema a la saliva, de la melancolía suspirante al encuentro de humores corporales es ya otra cosa".
Me resulta interesante su definición del amor porque a mí me gustaría definirlo de la misma forma, sólo agregando otras palabras en vez de ridículo usaría bochorno, en vez de melancolía usaría vísceras y en vez de suspiros pondría eructos.
Esta semana he notado que ya no tolero como antes a la gente, que me molestan las risas fuera de contexto, que me molesta ir al cine, al teatro y que la gente ría cuando no hay motivo. Pero también esta semana descubrí que las películas de Woody Allen me ponen de buen humor y que podría ver Lost in traslation una y otra vez sin aburrirme y que leí por primera vez una novela de Garcia Ponce. 
No hay mucha novedad, sólo eso.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Si dejaras de contar tu humor y practicaras más la escritura, seguro algún día escribirías algo bueno. Fadanelli y Woody Allen?

Paulina Mendoza. dijo...
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