Ya habían dicho: el amor es un perro infernal.


El amor existe, cómo negarlo. Sólo que, al menos en su variante más aguda y fervorosa, es como una bestia hambrienta de carne a la que no es posible mantener saciada todo el tiempo. Y que no apetece nunca la misma carne.


R.H A. ortuño.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo soy vegetariano.

Paulina Mendoza. dijo...

Y por cierto, creo que quedó pensiente una comida de soya desde hace años,
a bra zo tes
7
7
7
7